El alcalde de Lorca ha señalado que ya han finalizado los trabajos de estabilización del talud de la ladera del Castillo y la reconstrucción de este camino dañado por las lluvias que tuvieron lugar la pasada primavera.

Diego José Mateos ha recordado que esta actuación ha contado con un presupuesto de 200.000 euros para la eliminación de material que quedó suelto como consecuencia del deslizamiento del talud, así como la reconstrucción del conocido como "camino de la Quinta" y que una vez concluidos los trabajos puede reabrirse al tráfico.

Mateos ha añadido que se ha tratado de una importante intervención después del deslizamiento de tierras que se produjo, como consecuencia de las intensas lluvias que se registraron en nuestro municipio durante el mes de marzo, y que provocó el colapso de esta carretera.

Diego José Mateos ha indicado que se ha procedido a la reparación del firme con aglomerado para la reapertura al tráfico la carretera. Además, la malla de triple torsión, que servía de contención de posibles desprendimientos fue retirada para quitar todo el material, y ahora ha sido recolocada con un gunitado de hormigón para darle más resistencia, una vez terminados los trabajos de consolidación del talud.

El deslizamiento parcial de la ladera y los daños en la carretera se debieron a las intensas lluvias de los meses de marzo y abril y, con carácter inmediato al deslizamiento, el Servicio Municipal de Emergencias y la Policía Local, procedían al cerramiento al tráfico del citado camino y a su correspondiente señalización.

Diego José Mateos ha insistido en que se ha tratado de una actuación de carácter urgente puesto que el material resultante del deslizamiento se encontraba suspendido en la ladera sujeto con una malla, por lo que había peligro de que dicho material cayera sobre la autovía A-7 a la altura de la galería de evacuación Sur de los túneles.

Por último, el alcalde ha recordado que desde el Ayuntamiento de Lorca hemos trabajado desde el primer día para poder reabrir este citado camino, pero los trabajos de reparación se vieron afectados por la peligrosidad y complejidad de la labor, que necesitó de un estudio técnico detallado para encontrar la mejor solución, así como los plazos marcados y condicionantes impuestos por la Demarcación de Carreteras del Estado en Murcia para trabajar en la zona de afección de la autovía A-7.